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Tirarse a la piscina

Sí, ya sé que ya estamos en otoño y que ya no apetece tanto darse un bañito, pero no podía retrasar más la explicación de esta popular expresión española. No sé cómo he tardado tanto en añadirla. Bueno, pues sin más demora, ¡allá vamos!

Significado: La expresión española «tirarse a la piscina» se utiliza para describir la acción de lanzarse a hacer algo sin estar completamente seguro del resultado. Implica tomar una decisión atrevida, a menudo sin tener toda la información o sin estar seguro de cómo terminará. Vamos, que es arriesgarse a hacer algo sin tener la certeza de si saldrá bien o no.

Ejemplos:

En una situación laboral: «No sabía si estaba preparado para el puesto, pero decidí tirarme a la piscina y aceptar el desafío.» Pues eso, parece que aunque no tenía la certeza de si estaba o no capacitado para ello, se arriesgó a solicitar ese puesto de trabajo.

En una relación amorosa: «No estaba segura de si él sentía lo mismo, pero al final me lancé y le declaré mis sentimientos. Me tiré a la piscina.» Nuestra amiga decidió declararse aunque no tenía la certeza de si a él también le gustaba o no, pero, se atrevió a hacerlo.

Origen de la expresión: Esta frase parece haber surgido de la imagen literal de alguien lanzándose a una piscina sin saber si está llena o vacía, representando así la idea de arriesgarse sin conocer las consecuencias. Aunque no hay una fuente específica que aclare su origen, la imagen de tirarse al agua sin saber si es seguro refleja el concepto de aventurarse en lo desconocido.

Ale, pues ya tenéis una nueva expresión popular en España que refleja una actitud audaz y un poco impulsiva ante la vida que seguro que os será útil en más de una ocasión. Y, recordad, ¡el mundo es de los valientes!

Y para despedirnos, os dejo con una divertida imagen de un niño tirándose a la piscina. ¡Si es que tenemos que aprender mucho de los más pequeños de la casa!

Poner las cartas sobre la mesa

Hoy vamos a abordar otra expresión española que se utiliza mucho y que, como muchos podréis imaginar, proviene del mundo de los juegos de cartas. Dicho esto… empezamos 🙂

Significado y explicación: Poner las cartas sobre la mesa significa ser sincero y transparente en una situación, revelando toda la información o intenciones que uno tiene. Es como decir que no hay nada que ocultar y que se muestra todo con claridad. Se utiliza mucho en conversaciones cuando alguien quiere que las cosas se discutan de manera abierta y sin engaños.

Ejemplo: Juan, si queremos llegar a un acuerdo, tenemos que poner las cartas sobre la mesa y hablar honestamente sobre lo que queremos cada uno. Pues eso, en una negociación profesional, podemos usar esta expresión para solicitar claridad a nuestros futuros clientes o proveedores.

Otro ejemplo: Después de varios malentendidos, María y Juan decidieron poner las cartas sobre la mesa y aclarar sus sentimientos. Como vemos, también se puede utilizar en el ámbito personal. En este caso significa que ambos decidieron ser honestos mutuamente y expresar lo que sentían (aquí dejo para vosotros decidir si la cosa terminó en boda o en divorcio).

Origen: Aunque no he podido verificarlo en ninguna fuente en particular, parece bastante aceptado que esta frase tiene su origen en los juegos de cartas, como el póquer. En estos juegos, los jugadores ocultan sus cartas para no revelar su estrategia a los demás. «Poner las cartas sobre la mesa» era el acto de mostrar las cartas, dejando claro lo que cada jugador tenía, eliminando el misterio y cualquier posibilidad de engaño. Con el tiempo, esta expresión se trasladó al lenguaje común, siendo una metáfora de la honestidad y la transparencia en cualquier tipo de situación.

Así que nada, ¿os animáis a jugar un poco con esta nueva expresión?

Otro gallo cantaría

Kikiriki, canta el gallo por las mañanas, pero ¿qué querrá decir la expresión, otro gallo cantaría?

Pues bien, cuando alguien dice lo de «otro gallo cantaría», lo que quiere decir es que las cosas serían de otra forma, sucederían de forma distinta, tendrían distintas consecuencias.

Por ejemplo, un niño que no estudia nada y que suspende todas las asignaturas. A él se le podría decir: si estudiases un poco, otro gallo te cantaría (queriendo decir que si estudiase, cosa que no hace actualmente, probablemente le irían mejor los exámenes y podría aprobar alguna asignatura).

Otro ejemplo: Juana siempre se está quejando de que nunca la invitan a ninguna fiesta y de que nadie quiere ir con ella a ningún sitio. Yo creo que si fuese más simpática con la gente, otro gallo le cantaría (queriendo decir que si fuese más amable y no tan borde como es ahora, seguramente la gente se comportaría de forma diferente con ella).

Y bien, visto el significado de la expresión española de hoy, pasemos a intentar averiguar algo más sobre ella, como por ejemplo su origen. Parece ser que éste está vinculado con la Biblia, más concretamente con la parte en la que se relatan las últimas horas de la vida de Jesucristo, quien predijo que el apóstol Pedro, antes de que cantase el gallo (antes de que amaneciese), le habría negado tres veces (negar a alguien es decir que no le conoces, que no tienes nada que ver con él). Pedrole dijo a Jesús que eso no era posible, que el jamás haría tal cosa, pero lo cierto es que así fue y antes de que cantase el gallo (símbolo del momento en el que amanece) efectivamente Pedro había negado a Jesús 3 veces y las sagradas escrituras relatan que, de no haber negado Pedro a Jesús como lo hizo, el desenlace de la historia habría sido distinto (es decir, el amanecer representado por el canto del gallo) habría sido diferente. De ahí que se asimile la condición de un desenlace diferente al hecho de que otro gallo cantaría.

Dedicado a Yoann Grange por recordarme esta expresión.